Si me lo preguntas, trabajar en atención al cliente es uno de los trabajos más peligrosos que existen y no precisamente porque ponga en peligro tu vida; sin embargo, las tecnologías actuales se prestan para que todo el mundo diga lo que quiera en internet.
¿Te imaginas que podrían decir de ti si sientes que los atendiste mal? ¿Qué ocurre si estabas de mal humor al atender a alguien con muchos seguidores? Tu reputación se vería perjudicada.
Una mala atención puede afectar la reputación de una marca o empresa, es por eso que muchas prefieren prevenir antes que lamentar y hacer lo propio para ofrecer el mejor servicio posible; lo cual, también debería ser una de tus preocupaciones.
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Si quieres trabajar en atención al cliente, echa un vistazo a estas 11 cualidades que no te pueden faltar ¿Las tienes? Descúbrelo a continuación.
Trabajar en atención al cliente – Cualidades básicas
Tu trabajo va mucho más allá de vender; debes asegurarte que el cliente tenga una experiencia única, satisfactoria y, lo más importante, que quiera regresar ¡Eso es clave!
Para lograr esto debes tener ciertas habilidades y aptitudes innatas o aprendidas como las que detallaremos a continuación.
¡Presta atención!
Paciencia
Contrario a lo que se cree, el cliente no siempre tiene la razón; sin embargo, eso no quiere decir que tengas permiso para perder la cabeza, así que debes saber mantener la cordialidad y la calma aún en situaciones difíciles.
Debes poder atender igual de bien al cliente agradable y al no tanto. Aunque suene trillado, lo mejor que puedes hacer es respirar profundo y contar hasta 10 antes de dar una mala respuesta.
Recuerda que no es solo tu nombre el que está en juego, también el de la empresa.
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Autocontrol
Dar una buena atención no quiere decir que no habrá quejas; ya que, en la mayoría de los casos estás se deben a un descontento general y no es nada personal hacia ti. Así que, no importa como reaccione el cliente, tú debes ser capaz de controlar tus emociones.
Empatía
Puede que ahora estés de guarda, pero llega el momento en que te toca convertirte en cliente; así que ponte en tus zapatos, entiende su problema y busca una solución. Debes tener la capacidad de escuchar y resolver conflictos.
Ganas de ayudar
No puedes trabajar en atención al cliente si no estás dispuesto a ayudarlo a resolver sus problemas ¡Ojo! No tienes porqué convertirte en esclavo, basta con ofrecer la mejor solución posible y mantener tu ética profesional.
¡Eso es todo!
Ser sociable
Debes tener el “Don de la gente”; es decir, la capacidad de relacionarte con otras personas, disfrutar estar rodeado de ellos y poder interactuar aún sin conocerlos.
Aprende a escuchar y mantener conversaciones, como vendedor o secretaria debes ser alguien confiable con quien las personas se sientan cómodas hablando.
Manejo de correo electrónico
Saber redactar correos electrónicos es clave en este trabajo ¡Créeme! Alguien que se desenvuelva en el área de atención al cliente no puede tener fallas ortográficas y debe saber transmitir cercanía aún a través de una pantalla.
La inmediatez es clave.
Gestión telefónica
En muchos casos, el teléfono es el único contacto que tienes con tus clientes; así que debes saber mantener conversaciones cordiales ¿Te crees capaz?
Saber aceptar críticas
No todos los comentarios serán positivos y, si me lo preguntas, recibir una queja es la mejor forma de mejorar en el trabajo o de destacar algo que no está funcionando como debería.
Mi consejo es que le preguntes a los consumidores sobre cómo mejorar su experiencia ¡Haz encuestas cada tanto! Y haz todo lo que puedas para ofrecer la mejor experiencia posible.
Proactividad
Para trabajar en atención al cliente debes ir un paso delante del cliente y estar preparado para ofrecerle algo que supere sus expectativas; de esta forma, creas fidelidad y nutres tu comunidad de seguidores.
Detallista
Debes estar muy atento a las pequeñas cosas ¡Aprende a leer entre líneas! La comunicación no verbal es un escenario poco explorado y, aunque no lo creas, cada mueca o expresión es clave.
De esta forma, sabrás qué te están pidiendo y qué ofrecerles.
Resolución de problemas
El supervisor no estará siempre, así que debes ser creativo y ofrecer soluciones de manera ingeniosa y rápida; olvídate de la frase “Tengo que preguntarle a mi jefe”, eso no le agrada a nadie.
¡Aprende del trabajo y sé el mejor!
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